9 de junio de 2013

Memoria a corto plazo

¿He soñado yo con la noticia de que la UE, a instancias entre otros del ministro español de Interior,  pensaba proponer la mera consulta de páginas “radicales” como una forma de terrorismo? O sea, que si se me ocurre mirar Gara puedo ser considerado abertzale, aliquo modo.

¿Es la censura abierta el remedio de las sociedades liberales a la excesiva flexibilidad, por decirlo así, de Internet?

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No, no lo he soñado ("La UE estudiará si consultar contenidos radicales podría considerarse 'terrorismo' "), y el peligro reside en la misma indefinición de la propuesta. Que puede llegar a producir la siguiente idea:
Con la introducción del "adiestramiento pasivo", se pretende penalizar "no sólo al que cuelga una información en la web o el que la difunde a través de un púlpito radical sino al que la consulta o la escucha".

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