17 de junio de 2013

Areté

No quiero para mí otro mérito que la honestidad del comentarista. Pensar que soy el destinatario de cualquier proposición, y hacerme digno de ella.

Para qué sirve la ética, se preguntan mis alumnos. Para nada, véase su ausencia en la política, y elabórense contrafácticos.

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