Un padre es la costumbre, un hábito inmortal, una bondad silenciosa, los abrazos. Una ceguera y sus lágrimas. El mío no necesitaba palabras para ser humano, yo intento multiplicarlas para llegar a serlo. Una madre es otra cosa, esta culpa que me destroza. Un silencio de otra clase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario