9 de octubre de 2010

Nihil, VIII

(44, Homo scriptor)

Que lo que eres no te distraiga de lo que escribes, que lo que escribes te distraiga de lo que eres. (Renunciar a la corbata autorial, a ser sujeto que soporta una escritura; tan delgado que no eres más que signo que se gasta en su emisión.)

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... siempre alguna razón en la locura: inercia de las razones instrumentales. Teleología. Principios básicos, de la sangre (del suelo, para nada; ni de los dioses).

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Del entusiasmo (de los ciclos anímicos) nos tienen que distraer paisaje y tiempo. No es bueno que el hombre piense demasiado, que las imágenes se adueñen de sus proposiciones. Un alma no tiene que encerrarse en un clima. Ni los ojos en las arrugas de la frente. Un alma es capaz de subvertir el tiempo; los ojos huyen del azul marino. Que los labios huyan de los dientes; que busquen los ojos su espejo en otro lago.

1 comentario:

maile dijo...

La locura... unica salida. A veces.