7 de octubre de 2010

Goethiana brasilera

El reloj vivido desde dentro te destruye con sus síncopas. Al contemplarlo desde fuera, uno no puede dejar de preguntarse cómo es que se quedó encantado por sus ojos de serpiente (¿qué otra cosa se contiene en la representación mecánica del tiempo?). Cómo es que no oyó el ruido de su mecanismo averiado, antiguo.

No hay comentarios: