Un preclaro ejemplo de lengua de madera: el presidente acusa al líder de la oposición de estar anclado en el inmovilismo.
El adversario es un barco, y sus creencias un fondo de arena.
Por su ladi, el barco conservador se adhiere al movimiento, oh paradoja, oh recuerdos de aquel FEN, según de donde venga el viento. Espíritu y rédito su bifaz.
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