... al ver cómo el cantante finlandés M. A. Numminen versionaba el Tractatus Logico-Philosophicus de Ludwig Wittgenestein y lo destrozaba a golpes de jazz, punk, rock y pop (Vila-Matas, Kassel no invita a la lógica, p. 187)La mención del libro de Wilcock, La sinagoga de los iconoclastas, en concreto del relato donde se cuenta la dramatización oxoniense -por parte de un director catalán cuyo nombre corresponde a un autor existente pero real- de las Investigaciones filosóficas, y no del Tractatus..., como yerra Vila-Matas, aparece dos páginas después.
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
19 de marzo de 2014
Numminen/Wilcock, tanto monta
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