Por la mañana, apagado el incendio, el árbol aún se mantenía en pie pero con el corazón carbonizado, corroído por las llamas, corroído por el luto. ("El árbol y la crisálida")Destrozado, pero viviente, anidando ya en él la esperanza, aún sin saberlo. Terrible y hermoso, de una belleza indeseable. Incomprensible.
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
18 de marzo de 2014
Permezzo
Quizás mañana no, pero la siguiente frase, del apólogo final de Profesor Lazhar, una producción canadiense del año 2011, me parece ahora una frase perfecta, y por lo tanto y en el fondo víctima de mi insana envidia:
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