16 de marzo de 2014

Entretextos

Escribe Vila-Matas (El viento ligero en Parma) de la evolución regresiva, sí, para qué vamos a engañarnos, de la literatura del yo, lo cita Pozuelo Yvancos (Figuraciones del yo en la narrativa), y voy yo y lo recito o lo concito o lo convoco (o lo) ahora:
... no mucho después de que en la escritura empezáramos con Montaigne a "buscarnos a nosotros mismos", comenzó a desarrollarse una lenta pero progresiva desconfianza en las posibilidades del lenguaje (Bartleby y compañía), y el temor a que éste nos arrastrara a zonas de profunda perplejidad. (p. 147, justo antes de referirse al Chandos de H.)
Id est, se puede ir alcanzando un cada vez mayor perfeccionamiento en decir que no se puede decir, ni conocer, ni ser. ¿El triaporema de Gorgias?

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