Nietzsche sugiere que así como en torno al héroe todo se vuelve tragedia, en torno a Dios todo se vuelve mundo. Me detengo junto al Buda. ¡Cuántas cosas no habrá visto y oído! Quizás hay que fijarse en el mundo que tenemos para saber en qué dioses creemos. Quizás el mundo no sea otra cosa que lo que nos conceden los dioses a cambio de la fe incondicional que depositamos en ellos.
¿A Dios todo se le tiene que volver mundo porque sin mundo no necesitaríamos de dioses?
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