Al secarse la caña no queda más que el pensamiento, el humo. En vez del tallo cimbreante, del perfume en verde. (El concepto en vez del ser viviente; el abuso erigido.)
Hay un regusto bastante amargo en los pasos (ascendentes, escarpados, hacia la luz) de la caverna. Un siniestro y creciente tictac de no se sabe qué reloj.
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