25 de febrero de 2010

Me viene rondando esta mañana la cabeza

Pero no se allegaba a ella:

Rosa, oh contradicción pura, alegría/ de no ser sueño de nadie bajo tantos/ párpados.

El epitafio rilkeano, la burla que le hace la belleza a la flecha que pretende alcanzarla. Absurda delicia: objetividad.

Lo que vale del sueño, vale mucho más de la muerte. La rosa queda en su ciclo, la memoria no.

No hay comentarios: