En el libro de Javier Marías, Vidas escritas, lo que escribe sobre Yukio Mishima y la impresión que te queda: que era un poco cretino, y que quizás llevaban razón los soldados que le insultaban cuando su perorata preharakiri.
Aparte: Vila-Matas, uno de los máximos exponentes del invento o constructo teórico de la autoficción, renuncia a esta rúbrica para calificar su última obra, que tematiza, valga el palabro, el arte contemporáneo de vanguardia. Me temo que se equivoca, y que el genero no se lo inventó Doubrovsky jugando con las casillas de Lejeune. Responde a una realidad social, vino para quedarse.
Ayer vi una edición nueva de Falange y literatura de Mainer. Pero no pueden comprarse todos los libros. No encontré el dedicado a la locura en el franquismo (ed. Atlantis)...
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