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Recojo los dos libros que había encargado: J. Casanova et. al,
Morir, matar, sobrevivir, sobte la dictadura franquista (letra minúscula que me
parece a mí que no voy a poder; ¿será ilegal fotocopiar para uno ele ejemplar
que ha adquirido cumpliendo con todos los derechos de autor?); R. Huertas, Los
médicos de la mente, sobre tres próceres de la psiquiatría, de distinto signo
(Lafora, Vallejo Nágera y Garma); y añado el Otoño en Madrid hacia 1950 de Juan
Benet, que incluye una parte sobre Martín santos. En las librerías hay muchos
libros (me he fijado en alguno de Bolaño, de Ph. Roth, de Ch. Hitchens y de S. Jay
Gould, pero no puede ser. Tengo muchísimo que termino y mucho por empezar, y los
libros son baratos. Me he comprado una botella de Duff, la de Los Simpsons y no
hago más que estornudar. Amanecí con dolor de cabeza y de barriga y no se me
ha pasado del todo el malestar. Me asusto con cualquier cosa, y no digo con qué
por si diera mala suerte. La ley, decía, está echada. Buenas noches,
improbables lectores.
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