A la diferencia objetiva entre belleza y sublimidad tendría
que corresponder la diferencia subjetiva entre talento y genio.
Nuestras
palabras y gestos nos tienen que parecer necios después de pronunciados, e
inevitablemente nos tienen que parecer necios cuando los pronunciamos.
Efectivamente. (Sé que algo de esto lo he leído hoy en alguno de mis sitios habituales*.)
Un libro en el mismo museo: un catálogo del pintor Ginés
Parra, con una biografía de P. Segura Cano. 5 ers.
Naturalmente, todas estas cuestiones, a mí, un pobre dietarista de una provincia sedienta me tienen un poco sin cuidado...
*Pues sí, de Mercancía en desuso. Aunque la intención pueda ser otra...
Naturalmente, todas estas cuestiones, a mí, un pobre dietarista de una provincia sedienta me tienen un poco sin cuidado...
*Pues sí, de Mercancía en desuso. Aunque la intención pueda ser otra...
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