... el trágico final de Kant, un genio que se convierte en un idiota, nos pone ante la gran contradicción de la filosofía: la que se plantea entre el objeto y el sujeto. El objeto es ilimitado, es el todo universal, pero el sujeto es contingente y finito. Dicho con otras palabras, lo absoluto está fuera de nosotros, pero la nada nos habita, es nuestro inevitable futuro. Cuando más grande es el edificio conceptual que se construye, más espectacular es su derrumbe. (Pedro G. Cuartango, en el diario El Mundo)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
24 de marzo de 2013
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