(Cómo veo yo la filosofía)
El habla es liberación, despejamiento de lo que está trabado o reprimido. Así, hasta la purificación de nuestro tiempo, al mínimo, despojados de todo menos de lo esencial. Yo estoy solo esta tarde y no tengo miedo. Nada he de temer. Sé, desde que comencé mis investigaciones, que la actividad de la filosofía, el único esquema racional posible de su trabajo, consiste en deshacernos del embrujo que dispara desde múltiples frentes. Ser mosca y querer salir de la botella y salir con esfuerzo y método. De nada tengo que tener yo miedo, si soy coherente.
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