Un hombre sentado a mi lado
Mejor no dar pie a ciertos pensamientos horribles, a encontrar un doble en este hombre; mejor no imaginar que la vestimenta es la misma, que se sienta a mi lado, pide su vino, desvaría y se va. Tiene como veinte años más que yo. Está perdido desde siempre. Que Dios nos perdone.
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