Trampantojos

Dóciles, y sútiles, publicistas socialdemócratas encomian el peligro extremoderechista e islamófobo por más señas, paneuropeo. No digo yo que no: cualquier extremista puede liarse la manta a la cabeza y liárnosla. Sin embargo, no se escatime en la apreciación de los peligros consiguientes a las declaraciones de ministros cristianodemócratas, y sus administradores de la izquierda rosa. Cuando se pone en cuestión la soberanía, depués de haberse menoscabado los derechos sociales y políticos adquiridos (en nombre de esos mismos derechos!; vade retro, chien cynique), sentimos que el vello se eriza en punta... y todos callan.