Sol, luz, aire:
el mundo está
suspendido
ahí
afuera.
Agárrate a él,
desechando las palabras incoherentes, las olvidadas, las mal escuchadas. Olvida la memoria que anidó en la piel, o depúrala con sólo lo necesario. No lágrimas, no quejas, el mundo es un lugar abierto ahí afuera, las playas están atestadas de inconsciencia al sol y tú quieres tu parte en ella. Sol, aire y más luz: toma el camino y corre, desecha los gestos y las lágrimas. Que sólo escriba tu amor y no tu quiebra. Alza una copa en honor del dios retornante.
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