4 de enero de 2011

Teológico-político

"Strauss niega en forma absoluta que el problema teológico-político sólo haya surgido con el advenimiento del monoteísmo o de las religio­nes bíblicas y el Dios «santo». Por vía de Spinoza, aprende de Maimónides y finalmente de Farabi que el corazón de la revelación es el fenómeno del «profeta», el legislador huma­no que, por medio de su oratoria o de su discurso poético, ordena la comunidad y la nación o las naciones en nombre de la autoridad divina; además, Strauss aprendió también de aquellos maestros a ponderar las palabras de Avicena, que el mismo eligió como epígrafe de su última obra publicada, sobre las Leyes de Platón: «el tratamiento de la profecía y de la ley divina está contenido en (...) las Leyes». Strauss no pasa por alto sino que, más bien, saca a la luz y destaca las enormes diferencias entre el pensamiento bíblico y el pensa­miento de los poetas griegos, pero considera, en último aná­lisis, que son secundarias." (Th. Pangle, en la introd., p. 37, a los Estudios de filosofía política platónica de L. Strauss, Amorrortu, 2008)

… Pero todo esto no es más que un juego verbal que esconde una trampa...

… Si comprendí lo que me dijiste ayer no hay otra que la disyuntiva (a la que pusimos el nombre de Kant): o la opción racional (más para el lado de la razón práctica que para el de la otra; añádele las máscaras o represiones que gustes), el salto como quien dice, o la componenda. A la cual puedes denominar como gustes: ya has optado, y has elegido que tu inteligencia sea ciega y se deje llevar. Por el cuerpo, por los hombres, por los dioses. Pierdes, y a partir de ese instante tendrás tú (la humanidad) que gestionar tus pérdidas. Con el tiempo y un desarrollo moral sofisticado (conciencia culpable + mohines exquisitos) podrás darle prestigio a esas ruinas sobrevenidas poniéndolas bajo el paraguas adecuado: la Cultura, su indistinción absoluta (relativismo).

No me cabe en la cabeza la idea de un racionalista que no desee ya mismo una isla desierta. Solus ipse.
 
Cogito quia absurdum est.

1 comentario:

eutelia dijo...

¡entonces non cogito tanto!, ¡ergo sum-a mas!