Semana rarísima. Ha habido cosas buenas y cosas no tanto. Como siempre. Las buenas no me las esperaba, las malas tampoco. Además, no puedo determinar qué es bueno y qué es malo. Problema socrático tengo, y me pilla con la edad cambiada y un frío que se cuela hasta el interior de dentro.
Ps. Porque claro, nadie puede dudar de la existencia del interior de fuera.
4 comentarios:
Pero, ¿en su trabajo pasan cosas buenas?
La duda ofende. Aparte de que yo he hablado de trabajo, caballero.
Que yo no he hablado de trabajo, quise de decir.
Ya decía yo... Si usted tuviera el mismo empleo que yo sin duda disfrutaría más de la vida
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