¿Por qué lo irresistible del pensamiento de los días extraños? Quizás responda esta intuición de las rarezas a cierto desánimo acumulado en que el cuerpo se traiciona y el cerebro segrega sus jugos tóxicos, estas mismas ideas que se manifiestan a horas intempestivas y que, sin llegar a significar nada, se imponen con su movimiento circular, obsesivo, en torno a uno mismo, el convaleciente de siempre.
Sé que soy un hombre irremediablemente torpe. Esto me hace sufrir como no lo sabe nadie. Habría que desconfiar de mi inseguridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario