Cada generación viene con sus propios mantras. Para lo de siempre: para evitarse pensar.
Por ejemplo: el eslogan pedagógico de "aprender a aprender". Esto, o es imposible, o es innecesario (lógicamente considerado). Si se trata de jugar con las palabras, saliéndose del mundo lógico, pues se trata de jugar con las palabras... con el fin de producir apariencias de realidades.
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