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23 de abril de 2010
Bizarro sueño ...
... en el que se mezclan, muy seguramente, lo que escribe WG Sebald a propósito del Relato ... de A. Schnitzler con lo que el mismo Sebald escribe acerca de la paranoia política estudiada por Canetti (en especial el caso del presidente del Senado Schreber). Al paranoico cualquier cosa se le transforma en signo, que debe propiciar empleando toda la astucia y terror posibles. Es curioso lo que sucede (cartesianamente curioso): al despertar sabes que ha sido un sueño, naturalmente, y aunque haya elementos que se han perdido, por lo menos tenía muy vivos el nombre de dos personajes que escribían (la cita en una página de un libro era un elemento del sueño) acerca de ese tema de la paranoia en política. He intentado toda la noche retener el nombre de los dos, un hombre y una mujer, creo, nombres extranjeros que me sonaban a rumano (lo digo en serio). Pero primero uno y luego el otro se han esfumado de mi memoria, si es que en algún momento han estado en ella. A mí me falta (casi siempre ha sido así) la voluntad para levantarme y escribir, sumariamente que sea, lo que he soñado. Al leerlo toda esa vida vivida nos tendrá que parecer necesariamente trivial, lo sé, porque posiblemente no haya manera humana de salvar los sueños si no es transformándolos en otra cosa. Por medio de símbolos, que enlazados han de generar relatos. En el sueño se da la materia, interpretarla corresponde al despierto, que en un 99, 999 % no tiene la genialidad de F. K.
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