22 de abril de 2010

Autoficción

(Desactivando)

Solamente un diarista. Si no tuviera tanto frío y tanto miedo, si no fuera tan pobre y desmemoriado, y si todo esto que se escribe no fuera gratis y -tan- falso, no me atrevería a escribir ni una sola línea. Ni me pondría. If.

2 comentarios:

Coctelmarx dijo...

¿Por que frío? ¿por que miedo? Perteneces a una oculta estirpe histórica que nace con Montaigne (pero ya veíamos en los epigramas de Catulo y Marcial), y que busca una ciencia simple , el conocimiento de sí mismo…en la brevedad, en la sentencia en el día día. Amiel, Jules Renard, Rousseau, Gómez de la Serna, Gide etc.
A la sombra de los grandes escritores cuantitativos. Ante la majestuosidad de Víctor Hugo, Balzac y los rusos.

Al hombre breve, de fragmento , enemistado con lo sistemático la novela le parece extraña por eso Barthes dice :

“Me apetece mucho escribir una novela, y cada vez que leo una novela que me gusta, tengo ganas de escribir una, pero me parece que hasta ahora me he resistido a ciertas operaciones supuestamente de la novela. Por ejemplo, la capa, lo continuo. Me pregunto si se podría hacer una novela mediante aforismos, con fragmentos. La segunda resistencia sería la relación con los nombres, con los nombres propios; no sé, no me veo capaz de inventar nombres propios, y creo en serio que toda la novela está en los nombres propios. He pensado por mucho tiempo que habría una tercera resistencia: emplear el “él”, ese “él” de la novela, el personaje en tercera persona; pero he empezado a aclimatar ese problema mezclando el “yo” con el “él”

Martín López dijo...

Muchas gracias por animarme. Y por la cita barthesiana.