Ante las malas noticias: sabemos de esa forma qué pocas cosas merecen nuestra preocupación. Una obviedad que se olvida---
No hay adulto que no esté deseando perdonar al joven: hasta de lo que el joven no ha hecho---
El que no se las da de valiente, ¿de qué ha de tener miedo? Pues no tiene ninguna fama que defender, pero sí su honor y/o conciencia---
... Sin embargo, sin embargo... despreciable el tiempo que denigra la experiencia sin nada a cambio más que un pobre plato de comida---
Señor, yo tengo dudas, pero Tú ten piedad de quien debes---
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