Me recuerdo mis principios, por si alguna vez se me va del todo la razón.
1º Escribir todos los días.
2º Decir la verdad.
3º No herir a sabiendas.
***
[Sabiendo, además, que:
-lo que el muchacho comienza (necesidad identitaria), el adulto lo escribe (escribano o escritor; inmadurez irrebasada o escritura profesional, literaria); y todo queda para una tercera persona que investiga (filosofía y ciencias humanas/sociales; estas cosas tan serias). ]
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