Uno de los que mejor ha estudiado y divulgado estos fenómenos es el economista Tyler Cowen en un magnífico libro titulado El promedio se ha acabado (Average is over).Su tesis central es que la automatización de una parte del trabajo, la creciente productividad de las máquinas inteligentes, la globalización económica y la división de las economías modernas en unos sectores estancados y en otros muy dinámicos, va a tirar hacia abajo una parte de los salarios, para los que encuentren trabajo, y hacia arriba otra parte, la de los que controlan la tecnología y saben trabajar y crear con las máquinas inteligentes con pericias y capacidades que llegan a donde estas no alcanzan, que es mucho. Así se puede fraguar una sociedad en la que no es que haya una diferencia colosal en ingresos entre el famoso 1% más rico y el resto, sino entre un 10 o 20% con buenos y bien pagados empleos –la "hipermeritocracia"–, y una masa por debajo que verá sus sueldos congelados, aunque con empleos necesarios pues no todo, como el cuidado de las personas dependientes, se va a robotizar. Pero "los ricos van a crecer en número, y eso implica que van a crecer en influencia", señala Cowen y ello puede agudizar las desigualdades y las disparidades en casi todo: gustos, alimentación, cuidados sociales, vivienda y barrios, etc. (Andrés Ortega, en eldiario.es)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
7 de febrero de 2014
Tendencias
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario