Sin muchas ganas de leer ni de escribir. Se entretiene con adaptaciones más o menos telefílmicas de novelas policíacas de Conan Doyle o Agatha Christie, cuyas tramas y resoluciones le resultan a veces difíciles de seguir y entender. Piensa que algunos libros de texto están hechos para tortura de los alumnos y sus padres. Ps. Está obsesionado.
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