Es admirable la discreción con la que Najwa Nimri burla la normativa antitabaco en el lobby de un hotel de Madrid. Durante la hora de charla fuma tres cigarrillos de liar tan delgados que apenas humean. Es tan hábil que un camarero pasa a pocos metros de ella un par de veces y no huele nada. Tampoco lo ve. Cuando no le da una calada rápida y furtiva, la actriz y cantante coloca las manos debajo de la mesa en un gesto tan espontáneo para ocultar el cuerpo del delito que parece de experto. “No se puede fumar, pero es que acabo de volver de Jordania”, se disculpa. (En El Pais, hoy)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
10 de febrero de 2014
Guau!
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