Tantos tiempos en tan poco

En las adaptaciones telefílmicas de Agatha Christie, en las andanzas de Miss Marple o Hercules Poirot, asistimos al interinato entre una Europa que muere, la de las aristocracias rentistas y expoliadoras, y una Europa que no acaba de nacer, la de la socialdemocracia con ese u otro nombre. Los crímenes de las primeras o de sus adláteres son como el penúltimo signo de rebeldía ante la que se les viene encima. Los policías representan los nuevos tiempos, torpes y tentativos, despreciados casi por sistema, mensajeros de un nuevo orden urbano y post bélico. Jane Marple y Poirot, por su parte, se muestran como mediadores románticos, melancólicos, especies en extinción. Lo de menos, el macguffin de cada ocasión/novela/episodio. Al parecer ahora hemos vuelto al expolio, a una democracia fraudulenta sin noblezas.