En plena posguerra española, Pepita viaja a Madrid para estar al lado de su hermana, que está embarazada en prisión. Cuando la condenen a muerte, Pepita luchará para salvarla a ella y al niño. Drama de época que vuelve a insistir en el manido contexto de la Guerra Civil. El director andaluz Benito Zambrano (''Solas'') se acerca a este clásico de la cinematografía española sin demasiada originalidad. Al menos así lo consideró parte de la crítica, que vio en ''La voz dormida'' un conjunto de clichés, lugares comunes y maniqueísmo.Manido y maniqueísmo son dos palabras que empiezan por lo mismo. Lo primero significa lo demasiado usado, lo segundo la polaridad del bien y del mal. Quizás al comentarista le parezca que la verdad está demasiado manoseada. Yo creo que no. Porque lo amargo nunca se gusta bastante.
Lo que ya desopila es lo siguiente:
Ni la polarización de la crítica ni las explícitas secuencias de tortura que componen la película impidieron que ''La voz dormida'' tuviera unas cifras de taquilla notables, seduciendo a más de 300.000 espectadores en España.Seducir... La boca de chancla. ¿Cómo va a seducir lo que provoca una desazón infinita?
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