4 de febrero de 2014

Otro demócrata

Y es que el Diario hay que llenarlo con cualquier cosa...
El presidente Rajoy le ha dicho a Rubalcaba: «O te callas o reconoces el mérito de la gente», lo que es, en definitiva, una invitación al silencio, porque la izquierda, en su profunda mezquindad, carece de la grandeza que se precisa para reconocer las virtudes ajenas. No por casualidad conocimos las checas. (...) Mandar callar a la gente es antidialéctico y grosero, aunque tengo que confesar que más de alguna vez me quedo muy a gusto haciéndolo. Rajoy es un hombre moderado y prudente, pero ayer, después de mucho callar y aguantar, después de meses y años de responsable silencio, se soltó y estuvo inmenso pidiendo a los socialistas que, ya que son incapaces de ayudar en nada bueno, hagan por lo menos el favor de no molestar y de no entorpecer este vigor creciente que nos vuelve a poner en la senda de la creación de riqueza. 
(S. Sostres perpetra este espanto en un texto de El Mundo, con una adecuada rúbrica: "Cállate". No debe caberle en la sinrazón el que entre la admiración y el silencio quepa el argumento crítico. Pero no deja de ser un signo más de pronunciamiento autoritario. Y chulesco ante todo. Supongo que se trata de eso, de un provocador y un indigente intelectual.)

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