3 de febrero de 2014

Más chulo que siete ochos

El responsable de PISA, Andreas Schleicher, sostiene que sus mediciones se comportan con los alumnos lo mismo que la vida con los seres humanos: la prueba examina de contenidos que no han sido enseñados... Como la vida misma, e igual que en esta hay que demostrar la competencia. Socialdarwinismo o existencialismo pedagógico: el alumno como ser-en-Pisa. Caído o arrojado en el examen, cabe los otros examinados, con el fin de de- mostrar su ser-para-la-competencia. A mí todo esto me parece una necedad que no soporta el mínimo rigor científico: como un experimento del que se quieren obtener unos resultados que se salen de aquello para lo que ha sido diseñado el experimento (me refiero a la educación reglada, con sus etapas y ciclos). Esto es, si los sistemas educativos tienen como objetivo el impartir contenidos, los que sean, parece inadecuado pedirles algo que no se conoce muy bien qué es lo que es.

1 comentario:

Gregorio Luri dijo...

Pero así están las cosas.