Me digo: lo encontrarás, te llamará cuando menos lo esperes y te dirigirá al lugar exacto y sentirás que su autor no ha muerto o al menos no del todo: le quedan fuerzas para pensar en ti, en un lector que admiró más que nada el valor moral y hasta físico de escribir su camino en absoluto fácil al fin de su propia vida, que es cuando ya poco o nada te importan otras palabras que no sean las verdaderas e indispensables palabras de quien se aleja, pero se resiste a ello.***
En efecto, el pasado ya no está (anotación del 29: "Lo que fue escrito"):
No hay comentarios:
Publicar un comentario