9 de agosto de 2013

Deconstruyendo El País

Tres centímetros. Una pequeña distancia. Pero fue clave para que Juan Manuel Sánchez pasase de ser un perfecto desconocido que trabajaba esporádicamente de camarero en un pueblo en el corazón del desierto almeriense llamado Albox*, a convertirse en el primer ganador del concurso Masterchef España, en un famoso de la tele de 25 años que ahora va por la calle con gafas de sol y gorra y que el pasado lunes preparaba un ajoblanco en la cocina de su casa. (...) En la estantería del salón de su casa, un cortijo con palmeras, gallinas y gatos, oculto bajo una fachada desconchada del municipio, se guardan sendos símbolos: el del fracaso y el del éxito. Ambos elaborados por Juani, la madre y el motor de esta familia de tres hermanos huérfana de padre. (La noticia aquí; el subrayado, mío; el exotismo geográfico, no.)
Nomás falta Clint Eastwood en una calle polvorienta y solitaria. Casi se oye el cloquear deslavazado de la gallina.
...
* Ps. muy posterior (24/11/13): aviso al muy improbable pero ecuánime lector de que si espera encontrar el bello pueblo en un entorno que lo haga parecer como el memorable Tombuctú de nuestros sueños entre arenas sin final, pues que puede que se lleve un chasco. Mi pequeña villa, un vergel de tintes casi babilónicos, está clavada entre amenos ríos y montañas feraces. 

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