Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
... desde su refugio en las desérticas tierras almerienses, donde trataba de reconfigurarse a sí mismo tras diversas rupturas de distinto signo. Además de la fascinación necrófila que procuran unos textos ya clausurados por la muerte del autor, su lectura en sí resulta muy recomendable. (horrach)
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