Lebron James le metió un guantazo a Gasol y ni se disculpó. Es una mala bestia, pero lo mantuvimos a raya dentro de lo que cabe. Si nos lo hubieran regalado para compensar la diferencia ganamos el partido de calle.Comprende uno (sin ser Trapiello) que, algunas veces, los (norte)americanos se hagan odiosos.
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