"No sé, atenienses, la sensación que habéis experimentado por las palabras de mis acusadores. Ciertamente, bajo su efecto, incluso yo mismo he estado a punto de no reconocerme; tan persuasivamente hablaban. Sin embargo, por así decirlo, no han dicho nada verdadero." (Comienzo de la platónica Apología de Sócrates)Esto es, quizás, proyectar la ficción de una voluntad de verdad, poner en marcha la máquina de captar benevolencias. (La retórica desatada como autoencomio.)
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
9 de agosto de 2012
De necessitate autobiographiae, sive autofictione
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