5 de enero de 2011

Sortilegio, III

Los términos poéticos nos resuelven a aceptar la extrañeza del lenguaje (la insuficiencia de nuestra intelección)... de una manera pre-moderna: el lenguaje, sus términos, las voces que se escuchan, las frases que se leen, no tienen por qué reducirse a objetos de nuestra posesión. Llevan (términos, voces, proposiciones) una vida propia, juegan. Juguemos nosotros.

El oficio de leer: John Ashbery, El doble sueño de la primavera.

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