Cuarenta y tantos grados en el Valle del A. En el infierno, un par de grados menos. Sofoco irrespirable, caldo de las aprensiones, ánimo de nada.
Norbert Elias, poco. Canetti, poco.
¿Mantendré yo algún sistema en este desorden de lecturas, de libros que se van acumulando a medio leer? (De vez en cuando acabo alguno, o varios de golpe.)
Si acaso...
Si acaso una preocupación por el lenguaje ajeno, incapaz de comprender yo el lenguaje en general. Un interés por lo que tiene de verdadero, y por lo que de falso (quizás más fascinante: pues aquí vienen las intenciones y las metafísicas interioridades) la palabra dicha por otro
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