Un profesor de secundaria debería ser capaz de simultanear
una crisis de ansiedad (reducto indeseable del pasado) y una explicación
correcta sobre el grafeno (el futuro). Sin pestañear. En caso contrario,
merecería que cayeran en su cuello todos los perros betetanos, los conocidos
Cafeinófobos del Averno, que montan en Harley para espantar a las niñas púberes.
Sentencia que se autocumple, evangélica:
En verdad os digo que un sistema educativo que es capaz de
producir argumentos de tan escaso nivel, entre los que sostienen que se trata
de un sistema pésimo, es realmente un sistema pésimo. De veras que sus deposiciones
son deposiciones.
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