Lo que no consiguió la noche pardonera del fascismo,
deshacer la iglesia cobarde, connivente o interesada, sino que, muy al
contrario, entrar el mensaje al mundo, aggiornándolo al gusto, lo puede
conseguir la Escuela de Chicago y sus secuelas provincianas, por la vía
inusitada de una biopolítica que parece escrita a seis manos entre Malthus,
David Ricardo y un epígono de los de Nietzsche. Casi estoy por ponerle la foto
de un ministro. Un enviado, del césar al que lo debido.
Blogger me avisa de que las leyes europeas, Dios las bendiga, me obligan a que avise a mis improbables visitantes y/o lectores de que mi blog usa cookies, pero a mí su aviso, incompetencia mía, seguro, no se me pone en la cabecera
24 de octubre de 2012
La regla de la casa
Un racionalista como tú eres, un escéptico, un cínico y a la
postre un cabrón, tal y como sos vos,
necesita una teología instituida, aunque sea para manejarse a la contra. Casu
contrario, debes proyectarla, de una mala manera, proyectando signos, indicios
y barruntos en lo que sucede o en lo que no sucede. Como corresponde al pobre
diablo que no ha encontrado sus sistema de juego (siendo el campo el mundo).
Anda y pedite una botella de fanta, so mamón.
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