26 de octubre de 2012

Atrabilis


Un régimen político, a fin de cuentas un sistema de reglas, tiende a desconfiar de las actitudes disolventes, sofísticas. La polis no soporta el saber, la conciencia, muy lejos por lo tanto de demandar sus frutos (los del conocimiento)… Democrática o absolutista la forma de gobierno, el cuestionamiento debe ser prohibido. Sofista debía parecer Sócrates, a los ojos de los más y de sus administradores. Cuánto no más nos lo debería parecer a nosotros esta demagogia de eslóganes a izquierdas y derechas, como una fiesta cacana postrimera de gobiernos, principados, monarquías.

Austria, Musil en España ¿quién para dar cuenta, que no razón, de la “cosa en sí”?

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