15 de enero de 2012

Como decía mi madre que en gloria esté, si no lo viera no lo creyera

Un despacho oficial empapado en alcohol: la escena consistía en una pequeña cola de empresarios que aguardaba su turno en la barra, ávidos de discutir negociaciones y subvenciones con Javier Guerrero, ex director general de Trabajo de la Junta de Andalucía. Él hacía señales desde su mesa del local, al que acudía cada tarde para que fueran acercándose por turnos. "Tomaba los gin-tonics como el que bebe agua. Y nunca le vi tumbado. Tenía mucho, pero que mucho aguante", rememora un amigo.

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