21 de enero de 2012

Curioso

Fue a finales de los años ochenta, por ejemplo, cuando Juan Manuel Navarro Cordón [38] sustituyó a Ángel González Álvarez en su cátedra de Metafísica, en la que enseñó ontología hermenéutica, desde autores como Heidegger o Ricoeur, y siempre en el contexto de la Tradición Metafísica Occidental.


De estas sucesiones, de los azares de las cátedras universitarias, depende la formación de los profesores de filosofía en España. Sea en la forma especializada de la universidad, o, y sobre todo, en la labor bastante silenciosa y cada vez más minoritaria de los profesores de instituto. Me parece que J. A. Marina llegó a hablar/escribir de una competencia filosófica, pero esto quedará como un brindis al sol radiante del mañana (chino) pues justamente la competencia filosófica (¿en sentido kantiano?) es justamente lo que no interesa a nadie.

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Leer el desarrollo de la fª académica en España como síntoma...

Lo mismo que la pérdida histórica del espíritu medieval/escolástico dio lugar al frío de los saberes ultraespecializados, y bien está que ocurriera, la sustitución del modelo tomista va a dar lugar al suicido de la filosofía como práctica universitaria. Por etapas: primero la avanzadilla analítica; ahora las promesas de las neurociencias.

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