Los hechos se reconocen, y se aceptan como proposiciones de la experiencia, una vez que han dejado de importar. En la misma medida en que exista un interés añadido, no hay tal hecho, sino un mundo. El mundo vaciado de valor ya sí es asimilable, pero requiere que la memoria huya de lo inmediato y se fije (en los dos sentidos) en lo inevitable.
1 comentario:
Wow! todos los dias se aprende algo nuevo.. felicitaciones ;)
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