A la sombra de la República de Weimar…
¿Hasta qué punto? No sabemos en qué momento la cadena de hierro de los hechos, duros, fríos, que ha ido arramblando con el welfare state (ah, qué tiempos míticos) y los derechos de segunda generación- en qué momento no se van a encontrar con un movimiento general que, volviendo el aire de su protesta, no diga sí (o sea, que diga sí) a la cesión de derechos liberales, los primeros. ¿Qué es lo que va a salir de esta colisión de excedente de población y odio a la libertad y la seguridad personal?
No dejaría de tener sentido una actividad filosófica que atizara los rescoldos, que removiera entre los escombros, y que solicitara, sí, el conocimiento puro del pasado, sin dejarse ganar en demasía por las promesas y encantamientos de la biotecnosfera. La cual puede consistir en algo así como una consolidación de un cinismo platonizante.
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