Cinco kilómetros más adelante, una decena de hombres jóvenes desciende de dos furgones parados a ambos lados de la carretera. De uno de ellos sale un militar con gafas de sol, ropa de camuflaje, chanclas y una dentadura amarilla a la que le faltan varias piezas. Se llama Salam Selah, tiene 46 años y dice tener a su cargo a unos 350 hombres. "Son como leones. No tienen miedo. Nadie ha desertado. Todos están dispuestos a morir por su país", asegura Salam, que pide a uno de los jóvenes que cuente lo que ha pasado en Om Alquandil, uno de los pueblos camino de Sirte en el que los rebeldes se han encontrado con soldados gadafistas.
Lo más seguros es que mueran por el precio del carburante. Una guerra justa como sentenció el gran empresario.
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El virtual ex presidente acerca de Libia:
Asimismo, ha asegurado que el Gobierno español está dispuesto a seguir trabajando, "siempre en el marco de la ONU" para que se puedan descongelar los fondos bloqueados al régimen de Muamar Gadafi con el fin de dar "apoyo al pueblo libio", y seguirá prestando apoyo en materia humanitaria. De hecho, ha dicho, está previsto el envío de 18 toneladas de medicamentos.
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